Esta bella plaza trapezoidal se organiza en torno a una glorieta central con caminos radiales comunicados por un paseo perimetral. Tiene su origen en los s. XVIII y XIX, coincidiendo con el auge económico y social de la burguesía gaditana por el comercio con las Américas.
La vegetación contiene una Araucaria con más de 100 años, una palmera datilera también centenaria, una Palmera Canaria, un Drago, una Latania, un Palo Borracho Rosa, un Árbol de las Orquídeas, un Burrawang, un Coco Plumoso y un Ciprés Piramidal, con una hilera de naranjos amargos, que en primavera perfuma la plaza con flores de azahar.
El elemento de interés es la estatua de bronce de D. Emilio Castelar, probablemente el mejor y más grande orador español de todos los tiempos. Fue un político, escritor, historiador, y el último presidente de la Primera República en España. Vivió en una de las casas que dan a la plaza, su estatua preside la glorieta central y fue realizada por el escultor zamorano Eduardo Parrón. Las casas que componen la plaza son en su mayoría de finales del s. XIX, predominando la arquitectura de la época romántica, y destacando el Asilo de Oviedo, de estilo isabelino, donde curiosamente vivió antes el caudillo insurgente chileno Bernardo de O`Higgins.
Actualmente, se ha reformado respetando su historia y dándole un aspecto más amplio y moderno,
uno de sus grandes atractivos son los restaurantes que se encuentran en la plaza , Café royalty o
Son bulo son un ejemplo de ello.